Recordar no es mirar hacia atrás… es dar un paso hacia delante.

Existen límites que marcaron un pasado obscuro en nuestra historia, con una visión futura de fomentar nuestros límites, ética y valores, para difundir una mejor coexistencia entre todos los seres humanos.

Con esta filosofía surge el Museo Memoria y Tolerancia en el corazón de la Ciudad de México. Un museo en donde se busca: aprender de la historia, reflexionar acerca de nuestro papel en el mundo y actuar en favor de nuestra sociedad con límites positivos bien sustentados y aplicados.

Su objetivo principal es fomentar la tolerancia a través de la memoria histórica y enseñar que las diferencias no destruyen sino que complementan. La educación, como medio de reflexión, es lo que inspira la creación de este museo para generar un cambio positivo en nuestra sociedad tan deteriorada.

Un museo que nunca debió de haber existido."

El museo, a diez años desde su apertura en octubre de 2010, enseña y difunde al mundo y a la sociedad mexicana el valor y la importancia de la tolerancia y la diversidad a través de la enseñanza del Holocausto y otros genocidios étnicos de una manera consiente.

Se encuentra integrado por el recuerdo de genocidios provocados por discriminación racial (memoria) y el imperdonable legado que nos deja, comprometiéndonos a llevar a la conciencia de los límites, ética, valores, respeto y la riqueza de la diversidad (tolerancia). Y da un espacio y reflexión del estudio dentro de un marco democrático y pluricultural para el buen desarrollo de generaciones actuales y venideras.

La concepción espacial de este icono, se desplanta sobre un basamento contextual continuo en donde se remarca un pórtico de acceso al mismo, sobre la gran Plaza Juárez se asienta el volumen principal de siete niveles que contiene a «Memoria y Tolerancia» como dos manos abiertas en planta que a su vez sostienen y contienen flotando al motivo principal del espacio interior «El Memorial de los Niños».

Creemos que la única esperanza para la humanidad recae en la educación de las generaciones futuras. Es por esto que la fuerza de flotar en el espacio, el memorial de los niños como el corazón del museo, tiene un objetivo doble. Por un lado el recordar aproximadamente a dos millones de niños exterminados en genocidios, lo cual presenta el acto más irracional de odio entre la gente que es matar a un niño. Y segundo, el fomentar la conciencia y educación de los niños, ya que solo de esta manera se puede erradicar el odio y los prejuicios, contribuyendo a la humanidad en cuestión de límites, valores, ética y el respeto a la coexistencia en armonía.

Al museo se le presenta un reto importante al tratarse del manejo de temas relacionados con la muerte, el valor de la vida y la tolerancia. Por ello el papel psicológico dentro de la arquitectura y museografía fue la vertiente para diseñar cada rincón del mismo.

Los genocidios y crímenes contra la humanidad incluidos en la parte de la Memoria son: El Holocausto, Armenia, Ex-Yugoslavia (Srebrenica), Ruanda, Guatemala, Camboya y Darfur. La vivencia del relato de la historia de estos genocidios en el museo da inicio en el nivel superior de manera descendente. En la cual se cohesionan de una manera en balance, la temática museográfica y arquitectónica, dándole al visitante un juego de sensaciones espaciales el cual juega con sus emociones tanto en su consiente como en su inconsciente, por medio de su contenido temático, luz (tanto natural como artificial), videos (con contenidos sin censura), elementos materiales de las víctimas, colores y efectos sonoros. Todos estos, sumando en conjunto para lograr generar una reflexión de carácter positivo al visitante, generando un cambio que favorezca la actitud y reflexión sobre el valor de la vida y su coexistencia con los seres humanos.

Para nosotros como creadores de la arquitectura y su cohesión con la museografía, ésta fue una oportunidad única e irrepetible, la cual nos marcó por siempre de una manera positiva, para pelear y difundir los valores de la vida. Memoria y Tolerancia, un museo que nos presenta hoy y por siempre de una manera consciente e inconsciente lo mejor que tenemos en la vida: la libertad.

En verdad hubiera deseado que este museo no tuviera que existir.

Imagen principal: Museo Memoria y Tolerancia, Ciudad de México, Arditti + RDT Arquitectos. Imagen © Paul Czitrom